Sentogan, un experimentado mercenario que ha sobrevivido varios
encuentros con SCP’s peligrosos, ha conseguido un trabajo estable para
la Fundación. En esta oportunidad él y su nuevo equipo han sido enviados
para detener un traficante de joyas y múltiples SCP’s exóticos llamado
Ubundi, sin tener idea de que la verdadera amenaza los acecha a sus
espaldas…
- Líder de escuadrón aquí Pequedrilo, responda líder de escuadrón… Tenemos al objetivo en la mira… Señor tenemos a Ubundi en la mira, solo lleva una escolta de 12 personas… ¿Procedemos con la operación señor?… Responda líder de escuadrón… Y una mierda –rezongaba Pequedrilo mientras aun no recibía respuesta del líder de su escuadrón- ¿Puedes creerlo Little Kitty, primero nos envían a una misión con información mínima sobre nuestro objetivo y ahora nos ponen a un ex-mercenario como nuestro líder? –Murmuraba, mientras veía como Ubundi avanzaba junto a su escolta y un camión lleno de lo que al parecer eran diamantes.
- Podría ser peor –decía Little Kitty, mientras preparaba su CheyTac M-200 Intervention, que según sus compañeros era un arma formidable para tal delicada belleza- nos entregan armas de punta y un salario envidiable ¿De qué te puedes quejar?.
- Mira Lil’ Kitty, no es que reniegue sobre el equipamiento, solo digo que nuestro nuevo líder es un… -repentinamente suena el comunicador interrumpiendo la cháchara de Pequedrilo.
- Aquí líder de escuadrón Sentogan –con tono un poco elevado- ¿Es que un hombre no puede cagar tranquilo en medio de la selva? Negativo Pequedrilo, no es el momento idóneo. Manténganse alertas, aún quedan dos horas para que Ubundi llegue a su objetivo. Se me olvida una cosa –con cierta intranquilidad en su voz- ¿No vieron por casualidad a un mamífero de gran tamaño acompañando a Ubundi?.
- Negativo Sentogan, no existe ningún animal de grandes dimensiones acompañando a Ubundi ¿Por qué lo pregunta capitán? – Lil’ Kitty, con cierta desconfianza en su voz.
- Bueno, eso me lo esperaba –responde Sentogan, con celeridad y calma, evitando la pregunta de Lil’ Kitty- Escuchen bien equipo uno, me dirigiré a ustedes lo más rápido posible. Evitar cualquier enfrentamiento hostil. Por el momento mantengan el objetivo en la mira -apaga el comunicador y suspira mientras habla para sí mismo- Con razón estas tan calmado, maldito Ubundi.
El silencio abrumador de la selva y sus paramos señalaban que el
peligro era inminente. Lil’ Kitty esperaba la orden de disparar mientras
veía como Ubundi se regodeaba de felicidad con sus acompañantes. A su
lado Pequedrilo, quien seguía refunfuñando la ineptitud de su capitán.
Ubundi, por otra parte, caminaba pacientemente mientras tarareaba un
soneto africano, paciente esperando ver como su querida mascota laceraba
con sus garras uno por uno a los sujetos que lo observaban.
Sentogan se apresuraba para interceptar al equipo uno. Su verdadero objetivo no era Ubundi, si no su querida mascota infernal. Váyase uno a saber cómo mierda pudo conseguir tal peligrosa y magnifica bestia ¿Una maldición de los dioses, su poder lo guio hasta ella o quizá un designio de que él debía ser el nuevo emperador africano?
Sentogan se apresuraba para interceptar al equipo uno. Su verdadero objetivo no era Ubundi, si no su querida mascota infernal. Váyase uno a saber cómo mierda pudo conseguir tal peligrosa y magnifica bestia ¿Una maldición de los dioses, su poder lo guio hasta ella o quizá un designio de que él debía ser el nuevo emperador africano?
- Aquí Sentogan a equipo dos, confirme equipo dos… Repito, confirme equipo dos… -Sentogan temía cada vez más que la misión pudiera ser un rotundo fracaso- Vamos equipo dos, vamos respondan –decía para sí mismo, esperando una respuesta que no llegaría- Responda equi… -o tal vez sí.
- Crazy Canon al habla capitán, un pequeño inconveniente con la cobertura de este aparato, no hay movimiento en la zona. Todo tranquilo y dispues… -Silencio absoluto, no se pudo oír siquiera un grito ni un murmullo, el dispositivo de comunicación solo cesó.
- Equipo dos responda… Equipo dos, informe de su situación… Equi… A la mierda. Sentogan a equipo uno, responda equipo uno –se veía agitación en la cara de Sentogan, acercándose más hacia el equipo uno, esperando que estuvieran vivos.
- Capitán Sentogan, equipo uno en posición ¿Procedo con la captura de Ubundi? –decía Pequedrilo entre dientes, sabía que luego de la pérdida del equipo dos solo quedaban ellos.
- Positivo Pequedrilo, comiencen a disparar como enfermos hacia Ubundi y mátenlo. Si aparece en el radar cualquier criatura, caguense en los pantalones y corran hasta no poder más. Estaré allí en cinco minutos, repito, solo cinco minutos. Cambio.
- Es un idiota –Decía Pequedrilo.
- Es nuestro líder, idiota y todo tiene más rango que tu –Aclaraba Lil’ Kitty viendo la cara de Pequedrilo como se ponía roja de la rabia- Procedo a disparar a sus escoltas. Pequedrilo encárgate de Ubundi.
- Y el premio gordo me lo llevo yo, algo es algo. Comencemos Lil’ Kitty.
- Ya está, su segundo grupo ha caído –Decía Ubundi para sí mismo- ¡Muchachos! –Dirigiéndose a sus escoltas- ¡Ya empezó la cacería, a sus puestos ahora!.
Y así comienzan a caer uno por uno los seguidores de Ubundi. Lil’ Kitty con un encanto natural dispara a las cabezas una por una de los secuaces, un disparo limpio y sólido para cada uno, sin siquiera darles la oportunidad de cubrirse. Pequedrilo falla y maldice mientras Ubundi corre y se protege en un vehículo blindado. Sentogan se acerca lo suficiente para ver el espectáculo, observando las cabezas explotar como pequeños fuegos artificiales de sangre. Sin duda un espectáculo maravilloso que debería ser visto junto con una ópera ligera.
- ¿Pequedrilo, Lil’ Katty ambos están bien? Informe de la situación, ¿pudieron acabar con Ubundi?
- Ya llego el mercenarito a regañarme –murmuraba para sí mismo Pequedrilo- No capitán fallé el tiro, Ubundi sigue vivo pero está acorralado dentro de ese auto blindado y sus ruedas no funcionan. En conclusión señor, tenemos la victoria.
- Nunca cantes victoria antes de tiempo hijo –le decía Sentogan con una voz fría a Pequedrilo- esto recién empieza.
De pronto comienza a sonar un sistema de parlantes instalados en el vehículo blindado
- Emh ¡saludos! –Sonaba la voz de Ubundi en el altavoz del vehículo blindado, notando seguridad y tranquilidad en plena voz- Si están buscando los diamantes, pueden llevárselos. Abriré la parte trasera del vehículo para que puedan sacarlos, pero yo que ustedes me daría prisa ¡Ja ja! – su voz burlesca emanaba seguridad por montones.
- Aquí Sentogan – mediante un altavoz- Ya sabes lo que realmente queremos Ubundi. Entréganos al animal y quizás tengamos algo de consideración al capturarte.
- Oh ya veo – decía sorprendido Ubundi- ¿Son de MC & Dark? Ya les he dicho que mi pequeña no está en venta. ¿Quizás otro escuadrón novato de la COG? ¿Quieren ver las cabezas colgadas del último batallón que vino a darme problemas? De cualquier forma será mejor que se larguen y no desaten mi poderosa mano sobre ustedes, hoy estoy de buen humor – Hablaba con superioridad y cinismo natural.
- Mierda, este tipo no va a salir –Murmuraba Lil’ Kitty- Capitán he trazado un plan de acción. Usted y Pequedrilo mantendrán un margen de disparos hacia el blindado de Ubundi, mientras yo me acerco por la zona selvática, utilizo un pequeño explosivo y le exploto la cabeza.
- Interesante Lil’ Kitty. Muy bien pongamos el plan en marcha –Sentogan comenzaba a cargar las armas mientras le daba la señal de inicio a Lil’ Kitty. Esta levanto el pulgar arriba y prosiguió a alejarse- Pequedrilo inicia disparos en el flanco izquierdo mientras yo… -un estruendo procedente del coche blindado interrumpe las indicaciones de Sentogan.
- ¡Bueno, veo que no aceptaron mi oferta, una lástima la verdad! ¿Sera que ya trazaron un plan? ¡Inténtenlo, mi pequeña ya ha llegado ja ja! – reía Ubundi descontroladamente.
- Comienzo a disparar capitán – decía Pequedrilo, esperando que todo terminara rápido- Aquí vamos, disparo a la ventana derech… -Un único sonido de la maleza moviéndose detrás de ellos detuvo toda acción del pequeño destacamento. Tanto Pequedrilo como Sentogan miraron a sus espaldas, anonadados por la criatura que los observaba.
Cinco seres se encontraban en medio de la selva, cada uno con historias separadas, enfrentándose a su convergencia: Una joven muchacha con una belleza sublime, debería haber sido stripper si no fuera por una mano amiga que la rescato del fondo del mundo para llevarla por el camino correcto; Un formidable soldado cuyo único sueño es escalar a lo más alto de la cadena, y lo hubiera logrado claro si no fuera por su mierda de carácter; Un ex-mercenario con un único destino, sobrevivir a los mayores peligros y de ser posible, erradicarlos en el acto; Un traficante africano dispuesto a utilizar todo su poder para convertirse en el nuevo dictador de África, pero solo utilizaba una fuerza prestada; Y por último una pantera con una cicatriz en su ojo izquierdo, tan hermosa y oscura como la noche que los rodeaba. Precisa y rápida, dándolo todo por defender a su amo.
- ¡Mierda capitán como su tuviéramos otra opción! – Pequedrilo guardaba su rifle de francotirador para sacar una pequeña Glock 9mm- ¡Aquí viene Capi, demuéstreme de lo que es capaz un ex-mercenario! – gritaba Pequedrilo con una sonrisa en su rostro.
Ubundi observaba la escena desde su caparazón de hierro. Veía
como dos hombres descargaban todo lo que tenían sobre su querida
mascota, pero él no estaba preocupado en lo absoluto, disfrutaba el
espectáculo. Lil’ Kitty giro su cabeza observando como su capitán y su
compañero despilfarraba munición, dudo en volver para ayudarlos, pero su
objetivo estaba cerca y era más importante, matar a Ubundi.
La pantera seguía hacia sus objetivos, esquivando balazos y recibiendo algunos mientras se acercaba. Sin dolor, sin pánico, cada vez más cerca de sus presas. Hasta que dispararon a sus patas delanteras. La pantera cayó a tan solo dos metros de sus presas. No podía avanzar más, los huesos de sus patas podían verse y se desangraba por montones. El mundo comenzó a apagarse frente a sus ojos. Ella no le temía a la muerte, le temía a un nuevo despertar.
La pantera seguía hacia sus objetivos, esquivando balazos y recibiendo algunos mientras se acercaba. Sin dolor, sin pánico, cada vez más cerca de sus presas. Hasta que dispararon a sus patas delanteras. La pantera cayó a tan solo dos metros de sus presas. No podía avanzar más, los huesos de sus patas podían verse y se desangraba por montones. El mundo comenzó a apagarse frente a sus ojos. Ella no le temía a la muerte, le temía a un nuevo despertar.
- Lo… ¡Lo logramos capitán! – Gritaba Pequedrilo mientras festejaba su efímera victoria- Solo quedan los huesos, toda su piel está hecha papilla. Ahora nos encargaremos de Ubundi señor.
- No Pequedrilo… - comiéndose las uñas- Ahora es cuando la cosa se pone fe… -Sentogan observa como el esqueleto apenas sostenido por unos cuantos músculos de la pantera vuelve a ponerse de pie.
Los restos de la pantera comienzan a correr en dirección a
Pequedrilo. Ni Sentogan o Pequedrilo tenían más munición, Sentogan sacó
una cuchilla de combate y se dirigió lo más rápido que pudo hacia el
esqueleto viviente, aun así ya era demasiado tarde para Pequedrilo. El
esqueleto viviente hizo un solo corte en el cuello de Pequedrilo,
quitándole la vida.
- ¡Pequedrilo!… Maldita bastarda de mierda – mirando a el esqueleto viviente de la pantera con odio- ¡Tú y yo otra vez, como en nuestro anterior encuentro pedazo de mierda! – gritaba Sentogan con todo el cólera que su alma podía llevar.
- ¡Jo jo! ¡Un espectáculo impresionante! – hablaba irónicamente Ubundi mediante el altavoz del vehículo blindado, viendo como su mascota y Sentogan pelean, cada uno con una precisión inequívoca- Te lo dije muchacho. ¡Les di la oportunidad de irse, esto es lo que les pasa a los que se oponen a mis sueños ja ja! ¡La victoria es mía, mientras tenga a mi querida Yànsá no podrás ni tocarme un p… - Ubundi detiene su frase de triunfo, escuchaba un pequeño pitido cerca de él. Busca de donde proviene ese sonido y por una pequeña rejilla ve la cara de Lil’ Kitty con una C4 de alta calidad en su mano- ¡Oh mierda! 1Oh mierda! – repite reiteradas veces tratando de protegerse de la explosión que vendrá.
Sentogan hace su mejor esfuerzo luchando contra los restos de la pantera, pero cada vez más se cansa y comienza a menguar. Sabe que no resistirá mucho, solo es cuestión de tiempo para que caiga del agotamiento. Lil’ Kitty deja la carga explosiva en el vehículo blindado y corre sin parar. La carga explota, el blindado se tambalea. Ubundi abre la puertilla y comienza a escapar.
- ¡Lil’ Kitty necesito apoyo! – decía Sentogan por el comunicador,mientras utilizaba lo último que le quedaba de energía contra el esqueleto viviente.
- Afirmativo – responde Lil’ Kitt,y cogiendo su preciada CheyTac M-200 Intervention y apuntando a la cabeza de los restos de la pantera. Le atina en medio del cráneo, el esqueleto viviente de la pantera retrocede bruscamente y queda postrado en el piso.
- ¡Mierda mujer, déjame darte un ascenso cuando salgamos de aquí, buen tiro! – Grita con lo poco de energía que resta en él- ¿Dónde está Ubundi? – menciona Sentogan, observando el área a su alrededor, hasta que lo ve en la llanura- Te tengo pedazo de mierda – Sentogan ve el cadáver de Pequedrilo, recoge su arma y apunta hacia Ubundi.
Sentogan dispara hacia la cabeza de Ubundi mientras este corre.
Al mismo tiempo detrás del agotado Sentogan, el cadáver de Yànsá se
levanta de nuevo y salta contra Sentogan. Una bala arremete contra la
cabeza de Ubundi haciéndola explotar y una garra penetra en el estómago
de Sentogan. Ubundi ha muerto y el esqueleto viviente de Yànsá ha dejado
de moverse. Ella no le temía a la muerte, le temía a su nuevo despertar
y con su nuevo despertar le temía a un nuevo amo que seguir.
- ¿Está bien capitán Sentogan? – preguntaba Lil’ Kitty, con una pequeña risa en su rostro.- ¡Como la reverenda mierda, pero vivo! Necesito que llames a un escuadrón de rescate, comienzo a desangrarme – Murmuraba Sentogan, mientras mostraba gestos de dolor- Alista el cadáver de nuestra amiguita pantera y guarda todo lo demás. Nos largamos de vuelta al Sitio-34.
- A sus órdenes capitán. Además - Lil’ Kitty comenzaba a carcajear- creo que necesita un cambio de pantalones.
- Mierda – replicaba Sentogan- me cague del miedo en los pantalones. Que esto quede entre nosotros muchacha. Ahora si me disculpas, déjame descansar un poco, que la herida se siente fatal.
- Como ordene capitán – Lil’ Kitty se sienta en el suelo, esperando al equipo de rescate junto a Sentogan.
Autor Zerosuit